jueves, 5 de septiembre de 2013

Duro o suave

Más allá de lo ya mencionado un punto que me llama mucho la atención es la imposibilidad de que las cosas fueran diferentes a como sucedieron.

Llegado el momento el sistema que alcanza un nivel de funcionalidad y satisfacción es reproducido y llevado al límite de sus capacidades, alcanza un momento cumbre y justo luego comienza el descenso, entra en crisis por la exacerbación  de la reproducción de un mecanismo fatigado y finalmente no queda remedio sino modificarlo.

Es así, y si así es como sucedió tendría que ser porque no pudo ser de otra manera, de modo que a pesar de considerar que el pensamiento funcionalista a ultranza de principios del siglo XX en su búsqueda de la objetividad absoluta eliminando el factor humano, raya en la irracionalidad y pisa más en el campo de la diligencia religiosa, fue un momento necesario para poder llegar así a una determinación de cambio y comenzar a considerar la imprevisibilidad del entorno.

La única pregunta después del cambio del pensamiento más rígido al plástico, es... ¿hasta dónde llevaremos la reproducción de este sistema? ¿cuándo llegará el descenso inminente del paradigma en que vivimos y cómo tomaremos el cambio?

Un día, un hijo, un nieto o alguien así nos verá necios sordos y ciegos y dirá algo así como "que barbaridad, cómo creer que alguien pueda pensar así..."

No hay comentarios.:

Publicar un comentario